Mi historia en breve y no necesariamente en orden cronológico:

Desde que tengo uso de razón sabía que algo muy extraño pasaba en la sociedad en la que vivía. A pesar de ser tan solo una niña, me parecía que todo estaba invertido, como si viviera dentro de una simulación.

A partir de los 12 años, la brecha de incongruencia entre mi entorno vs. mi percepción personal se incrementó tremendamente. Comencé a dudar de misma, me apagué y la confusión reemplazó mi inspiración auténtica.

Por eventos traumáticos que catalizaron “la noche oscura del alma”, desarrollé un sinfín de síntomas y condiciones graves que pusieron en riesgo mi vida en más de una oportunidad.

Podría decir que me dio “de todo”.

Desde enfermedades autoinmunes, bipolaridad, depresión crónica, ansiedad, insomnio, tendencias suicidas, diabetes, acné cístico, desbalances hormonales, hígado graso, hasta… cáncer.

Ya de adolescente desarrollé varios tipos de adicciones. Tabaco, alcohol, otro tipo de medicamentos, internet, etc. Todo era bienvenido con tal de que me sacara del momento presente.

Pensaba que tenía “la peor suerte del mundo”. Porque aparte de todo, me robaban mucho, me intentaron secuestrar en dos oportunidades, tuve que lidiar con relaciones disfuncionales y pasé por situaciones bien hostiles, en las que me desasociaba de mí misma.

Luego vinieron los diagnósticos nefastos y los tratamientos de toda clase una vez que me gradué y me sumergí en el mundo corporativo (en el que estuve por 10+ años).

No tengo idea cómo pude seguir adelante con un cocktail de 15+ medicamentos diarios altamente tóxicos, sus efectos secundarios (consecuencias reales, no lo que lees en las hojas de seguridad), una dieta terriblemente ácida (PH), confusión y una lista larga de preguntas sin respuesta por parte de “las eminencias”.

Una de las pocas alegrías que podía sentir era sumergirme en música y arte. El enseñarme a mí misma a cantar, crear poesía, y melodías hacían que me pudiera mantener a flote. Mi lugar feliz era el silencio de mi mundo interior, una sala de ensayo, o en el escenario.

Fue doloroso y extremadamente duro tener que ocultar lo que me aquejaba. Llevar “múltiples vidas” fue bastante agotador, pero sumamente necesario para sobrevivir.

Lamentablemente los médicos, psicólogos, psiquiatras y la medicina alopática nunca me proporcionaron un alivio real. Ni siquiera una simple esperanza de una posible sanación o mejora. Sólo hablaban de “controlar los síntomas”, o de tener que aprender a vivir “sedada”.

Me di cuenta que, si quería sobrevivir, tenía que reclamar mi poder. Tomar las riendas de mi salud con mis propias manos. Tenía que dejar de escuchar a todos en mi entorno y decidir escucharme a mí misma.  

Precisamente esa única decisión fue lo que catapultó mi sanación, logrando conocer a gente maravillosa que jugó roles clave en mi despertar, por lo que estoy extremadamente agradecida. Así comenzó mi camino de aprendizaje de 10+ años (y contando).

Ese mismo año tuve la dicha de conocer a Almine, fundadora de Spiritual Journeys LLC (USA, Rusia). Esta Central de Sanación lleva el nombre de Haaraknit en honor a ella y al cuerpo de información que trajo a la fisicalidad con el mismo nombre.

Gracias a su presencia, y a la invaluable ayuda de una colega mía en Ecuador, pude prepararme a todo nivel para convertirme en Gran Maestro de Belvaspata, Satchevispata, Kriyavaspata, Devi Satva Yoga, Respiraciones Alquímicas de Arasatma, Sonoterapia Alquímica, Runas de la Madre Infinita y otras ciencias afines a la restauración del ADN.

Al mismo tiempo, gracias a la guía del Dr. Morse – fundador del International School of Detoxification (USA) – me especialicé en Desintoxicación Regenerativa, aplicando en mí tratamientos de Fitoterapia y llevando una Dietoterapia Alcalina.

A medida que estudiaba y mantenía trabajos de 9-5, iba aplicando todo lo aprendido en mí. El alivio fue inmediato y la sanación se dio progresivamente. Uno tras otro, todos los síntomas y condiciones que sufría se fueron desmantelando y disolviendo completamente.

Me aislé por un largo tiempo, pues sabía que, si realmente quería sanar, tenía que volcar la vista hacia adentro. Eventualmente, cuando me sentí ya mejor, regresé a ver a mi familia y a algunos amigos. Al ver cambios tan positivos y radicales en mí, no pasó mucho tiempo en que me comenzaran a pedir ayuda para resolver sus problemas de salud.

Al inicio pensaba que era muy pronto para poder ayudar a otros, pero me animé por intentarlo en el 2016. En ese año comencé a tener mis primeros pacientes y, como jugando, fui aceptando más.

Básicamente, todo fue creciendo por “el boca a boca” de los que se sanaban y, felices, me recomendaban a sus conocidos. Ya más adelante me abrí a atender pacientes en otras partes del mundo de forma remota.

El 2017 fue un año muy importante, pues por fin di el salto a lo desconocido y renuncié a mi trabajo de oficina para oficialmente dedicarme a Haaraknit.

Ahora último me abrí a viajar a atender a pacientes de forma presencial en otras partes del mundo. Estuve en Letonia y en Italia durante casi todo el 2021 y recién regresé a Perú este año. Por ahora estoy atendiendo desde mi consultorio en Miraflores (Lima).  

Estoy extremadamente agradecida por cada paso que di para regresar de vuelta a casa. Me siento feliz, plena, y completamente sana. Es una dicha el poder compartir todo lo que he aprendido, mis experiencias de vida y mi energía con aquellos que realmente quieren aprender a reclamar su poder personal, a ser auto soberanos, auto suficientes, y auto responsables, un paso a la vez.

Si quieres saber más de mí, te invito a que visites mi Web Oficial